Un Análisis Exegetico a Génesis VI

17.05.2020

Autor: Jesús Mendoza.
Fuentes: The Ancient Exegesis of Genesis 6:2, 4, Robert Newman. Grace Theological Journal, 1985. y The Divine Assembly in Genesis 1-11, Richard J. Clifford. BRILL 
 

I. LOS HIJOS DE HA-ELOHIM EN GÉNESIS VI: 

Un asunto bastante interesante dentro del estudio bíblico radica en la presencia de arcaismos y fuentes míticas en las narrativas de libros como el Génesis. Una muy notoria es aquel relato de la mezcla entre divinidades y humanas que trajo como consecuencia no solo el diluvio, sino el surgimiento de una raza híbrida de semidioses (Génesis 6:1-4). 

Podría comentar bastante sobre el origen posiblemente Mesopotámico de dicho relato pero prefiero enfocarme en la versión hebrea y la identificación de sus protagonistas, los "Hijos de Dios/Hijos Divinos", para ello iremos primero al hebreo: "Benê Ha-Elohim = בני־ האלהים", literalmente: los Hijos de Ha-Elohim o los Hijos de (Los) Dioses. Sin más preámbulo, cito Génesis 6:1-4:

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios, que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en, aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios, a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones, de renombre."

Aquí he hecho uso de la tradicional versión Reina Valera 1960, pero con decir "tradicional" debo indicar que se debe a que es lo que comúnmente se traduce, pero que no siempre es la versión más exacta, a continuación el Texto Masorético (TM) y luego mi propia traducción (Apoyada en gran parte por la versión NEB), haciendo uso de las acepciones del hebreo y del griego (LXX):

ברא' 6:1-4: "וַֽיְהִי֙ כִּֽי־ הֵחֵ֣ל הָֽאָדָ֔ם לָרֹ֖ב עַל־ פְּנֵ֣י הָֽאֲדָמָ֑ה וּבָנ֖וֹת יֻלְּד֥וּ לָהֶֽם׃ וַיִּרְא֤וּ בְנֵי־ הָֽאֱלֹהִים֙ אֶת־ בְּנ֣וֹת הָֽאָדָ֔ם כִּ֥י טֹבֹ֖ת הֵ֑נָּה וַיִּקְח֤וּ לָהֶם֙ נָשִׁ֔ים מִכֹּ֖ל אֲשֶׁ֥ר בָּחָֽרוּ׃ וַיֹּ֣אמֶר יְהוָ֗ה לֹֽא־ יָד֨וֹן רוּחִ֤י בָֽאָדָם֙ לְעֹלָ֔ם בְּשַׁגַּ֖ם ה֣וּא בָשָׂ֑ר וְהָי֣וּ יָמָ֔יו מֵאָ֥ה וְעֶשְׂרִ֖ים שָׁנָֽה׃ הַנְּפִלִ֞ים הָי֣וּ בָאָרֶץ֮ בַּיָּמִ֣ים הָהֵם֒ וְגַ֣ם אַֽחֲרֵי־ כֵ֗ן אֲשֶׁ֨ר יָבֹ֜אוּ בְּנֵ֤י הָֽאֱלֹהִים֙ אֶל־ בְּנ֣וֹת הָֽאָדָ֔ם וְיָלְד֖וּ לָהֶ֑ם הֵ֧מָּה הַגִּבֹּרִ֛ים אֲשֶׁ֥ר מֵעוֹלָ֖ם אַנְשֵׁ֥י הַשֵּֽׁם׃

"Aconteció que cuando los hombres (Humanos según LXX) comenzaron a multiplicarse sobre la tierra, y les nacieron hijas, vieron los Hijos de (Los) Dioses que las Hijas del Hombre/Adam eran atractivas, y tomaron para sí mismos mujeres de entre todas las que escogieron (osea, las que les servían o quisieron). Y dijo YHVH: No protegerá mi Aliento al Hombre para siempre porque es carne. Sus días serán ciento veinte años. Hubo Nefilim (Gigantes según LXX) sobre la tierra en esos días, y también llegó a haber después, cuando los Hijos de (Los) Dioses entraron a las Hijas del Hombre/Adam y estas les engendraron esos hijos como ellos mismos. Estos fueron los guerreros divinos (Gigantes según LXX) de antaño, los varones de gran nombre (osea, famosos o de gran reputación)."

(Citando el Dictionary of Deities and Demons in the Bible DDD, Second Extensively Revised Edition, Editorial Brill):

Los Hijos de (Los) Dioses... En varios pasajes del Antiguo Testamento se hace referencia a un grupo de seres celestiales distintos de YHVH mediante las expresiones běnê 'elyôn "hijos de Elyon = Hijos del Altísimo" (Sal 82:6) y běnê' ēlîm ( Sal 29:1; 89:7) o běnê (hā) 'èlõhîm (Gen 6:2.4; Job 1:6; 2:1; 38:7; y originalmente Deut 32:8) "hijos de Elohim", "Hijos de (los) Dioses " o "Seres Divinos". El concepto aparece sin la terminología en algunos otros pasajes en el AT. Las expresiones griegas correspondientes aparecen en el NT para caracterizar la última transformación de los hijos de Dios (humanos) en Seres Celestiales. De las expresiones afines que se refieren a una pluralidad de seres divinos en Ugarit, "bn il" es más común que "bn ilm". Bn il claramente se refiere a "los Hijos de El", al menos, en un texto, El se dirige a los dioses (ilm) como "mis Hijos" (bny) (1.16 v:24). bn ilm se encuentra solo una vez (KTU2 1.4 III: 14). Aquí está precedido por "phr" (asamblea), que en otra parte es seguida dos veces inmediatamente por ilm (es decir, "de los dioses" o posiblemente "Asamblea de El" [el nombre divino más la enclítica M]). Las dos expresiones bn il "hijos de El" y phr ilm "Asamblea de los Dioses" tal vez se ha combinado en la expresión única phr bn ilm. Sin embargo, sigue siendo incierto si esta es mejor traducida como "asamblea de los hijos de El", "asamblea de los hijos de los dioses" o "asamblea de los seres divinos". Una ocurrencia de bn ilm en un texto fenicio, kl dr bn ilm (KAI 26 A III 19) probablemente se entiende de manera similar como: "Todo el círculo de los seres divinos". 

En hebreo es discutible si la forma plural de la palabra 'Dios' en la frase běnê (hā) 'ělöhîm representa el concepto plural, 'dioses' o el singular 'Dios'. Al reflexionar, los antiguos israelitas podían especifcar un referente singular o plural sugerido por la sustitución ocasional de ēlim (plural) O 'Elyôn (singular) por el ambiguo (hâ) ělõhîm. (Sin embargo, algunos verían detrás del término 'elîm una referencia singular al nombre divino antiguo más específico de El con la enclítica M). Si 'ělõhîm tuviera una referencia singular, la expresión běnê' ělőhîm correspondería más estrechamente a la expresión ugarítica bn il. La identificación bíblica de 'ělõhîm con YHVH sugeriría que los běnê (hã)' ělõhîm no eran independientes, sino que estaban esencialmente relacionados con el Dios de Israel. Esto concuerda con el uso ocasional de YHVH de la primera persona del plural. Aunque este punto de vista es más apropiado para algunos contextos que para otros, está claramente detrás de la traducción coherente de la LXX que (hã) ělöhîm y 'ēlîm (!) en estas frases puede traducirse por Theos = Θεὸς (o μου en Job 38: 7, donde Dios esta hablando). 

Otras asociaciones sugeridas por el término běnê (descendencia o participación en la naturaleza del siguiente sustantivo) pueden ser problemáticas para las personas que enfatizan la singularidad de YHVH en la esfera celestial, o que entienden que la corte de YHVH incluye a los dioses sometidos de otras naciones. Tales personas habrían favorecido una referencia plural para el segundo sustantivo en běnê (hā) ělőhîm (que entonces habría sido el equivalente formal del Ugaritic: bn ilm). Esto también se adaptaría a algunos contextos más que a otros. Probablemente, la expresión era 'seres', como běnê (hā)' ādàm para 'seres humanos'. Compare el paralelismo de las dos expresiones en el texto original de Deut 32:8 y el emparejamiento de běnê hā 'ělöhîm y běnôt hā' ādăm en Gen 6:2 (aparte tenga en cuenta la sugerencia similar en el caso del Ugarítico bn ilm). Siendo esto así, los israelitas normalmente no se habrían detenido a pensar sobre el referente específico del segundo término en la frase. 

En Ugarit, los 'seres divinos' aparecen en tres de los poemas tradicionales y en dos textos religiosos (así como en un contexto fragmentario: KTU2 1.62:7). Son citados por su inmortalidad en el Cuento de Aqhat, donde aparecen en paralelismo con Baal: Habiendo ofrecido la inmortalidad de Aqhat, Anat promete que tendrá tantos años // meses en su vida, como Baal y los seres divinos. (KTU2 1.17 VI:28-29).

Běnê hå'elöhîm aparece en Gen 6:2-4; Job 1:6; 2:1; y sin el artículo en Job 38:7. Běnê 'ēlîm aparece en Salmos 29:1 y 89:7. La LXX y la literatura de Qumrán apoyan la lectura antigua běnê 'êlöhîm (Traducida 'Ángeles de Dios') en lugar de běnê Yiśra'el en el TM en Deut 32:8. Běnê 'Elyôn se usa solo en el Salmo 82:6. En Gen 6:2.4, los běnê ha 'ělöhîm, deidades masculinas (genéricamente "los hijos de los dioses") encuentran a las běnôt hå'ådăm (Mujeres humanas), atractivas y se casan con las que quieren. YHVH destaca por su ausencia en estos eventos míticos. Su discurso en el versículo 3 (mientras deja en claro que los humanos no tienen posibilidad de inmortalidad a través de tales conexiones divinas), concierne solo a la humanidad e ignora a los běnê ha 'élőhîm. Está claro que el autor está resumiendo material mítico tradicional sobre las uniones divino-humanas como una ilustración del desorden que prevaleció inmediatamente antes del diluvio. Esto está aún más vinculado por referencias temporales ("en aquellos días", "de antaño") con tradiciones sobre los Gibborim y los Nefilim (v. 4). El carácter mitológico de estas referencias no deja dudas de que los seres divinos en cuestión son los dioses del mito tradicional, que conocemos de varias culturas del Cercano Oriente.

(Hasta aquí el comentario del Diccionario, pag. 794-796).

En éste mismo orden de ideas, la palabra "Benê o benei", literalmente "hijos de", cuando se usa en un término como Benê Ha-Elohim (Estado constructo), significa: "Miembros de la categoría de (Los) elohim", osea, dioses o divinidades, y un ejemplo de tal uso se puede ver en el término "Hijos de (Los) Profetas" que es en hebreo: "Bene Ha-Nebi-im" (1 Reyes 20:35; 2 Reyes 2:3, 5, 7 y 15). Lo interesante aquí es que estamos claramente ante un arcaísmo de fuertes connotaciones mitológicas, ya que es tardíamente que estos seres serían reinterpretados como "ángeles" (mensajeros divinos), aunque según el hebreo, claramente son algo superior: Miembros celestiales del Concilio Divino. Y es que hay evidencia textual de ello en textos como la Septuaginta, por ejemplo Job 1:6 en el hebreo dice: "El día en que los Hijos de (los) Dioses venían a presentarse delante de YHVH, vino entre ellos el Satán.", mientras el griego registra: "Aconteció, como este día que he aquí los ángeles de Dios vinieron a presentarse a la faz del Señor, y vino el diablo con ellos."

I.I Las Interpretaciones Judías Medievales

Una lectura detallada y detenida del capitulo seis del Génesis indica que el término (בְנֵי־הָאֱלֹהִים = benê Ha-Elohim) no se refiere a los seres humanos, como tampoco a "Reyes", "Gobernantes" o "Grandes". Dicha propuesta tendría su origen en el pensamiento judío tardío, y se vería reflejado en textos como los Targums. Por ejemplo el Tg. Pseudo Jonathan registra: "y los hijos de los grandes vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y pintadas, y rizadas, andando con revelación de la carne, y con designios de maldad; que se casaron con todas las que les agradaron". Sin embargo, esta lectura parece también mantener (aún) una interpretación más antigua ya que más adelante se lee: "Schamchazai y Uziel, que cayeron del cielo, estaban en la tierra en aquellos días; y también, después que los hijos de los grandes hubieron entrado con las hijas de los hombres, les dieron a luz: y estos son los que se llaman hombres que son del mundo, hombres de nombres.", lo cuál coincide bastante con la interpretación Enoquiana que fue predominante en el período del Segundo Templo. Otra posible razón de las dos interpretaciones puede deberse a la declaración del Rabino Simeón Ben Yojai, que literalmente maldecía a todo aquel que llamara a estos seres "Hijos de Dios" (Génesis Rabba 26:5).

Volviendo a la gramática,  el contraste se establece entre Benê Ha-Elohim y Banot Ha-Adam, donde lamentablemente la mayoria de las traducciones colocan "Hijas de los hombres" (Cuando "Adam" está en singular), dejando el término en una ligera ambigüedad... Osea, ¿Hijas de cuáles hombres? Una solución sería entender Adam como género, entonces sería: Humanas

En base a esto algunos judíos consideraron que "las Hijas (del) Hombre" eran las hijas de los Cainitas solamente, así lo refleja el Pirkei DeRabbi Eliezer 22: El Rabino dijo: Los ángeles que cayeron de su lugar santo en el cielo vieron a las hijas de las generaciones de Caín caminando desnudas, con los ojos pintados como rameras, y se descarriaron tras ellas, y tomaron esposas de entre ellas, como está dicho: "Y los hijos de Elohim vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para ellas esposas de todas las que escogieron".

Sin embargo, es suficiente entender con la frase en hebreo, que se refiere a las hijas (Humanas) en general, sin ninguna distinción de tipo moral o espiritual, y por lo tanto, incluidas las hembras Cainitas y Setitas.

I.II La Teoría de la Simiente de Set

Una postura "alternativa" sugiere que los Hijos de Ha-Elohim son simplemente los hijos de Set (O los descendientes del mismo) que se mezclaron con las hijas del linaje de Caín. Desde este punto de vista, el crimen fue el matrimonio de la línea "sagrada" de Set con la línea "impía" de Caín, sin embargo la realidad es que ésta interpretación apareció apenas alrededor del año IV d.C. y fue la primera disputa con respecto a la teología de los ángeles que la mayoría de los judíos y cristianos habían tenido hasta el momento. Su primera propuesta fue hecha por el padre de la Iglesia Julios Africanus, quien comentó: "Cuando los hombres se multiplicaron sobre la tierra, los ángeles del cielo se juntaron con las hijas de los hombres. En algunas copias encontré "los hijos de Dios". Lo que esto significa en el Espíritu, en mi opinión, es que los descendientes de Set son llamados hijos de Dios a causa de los hombres justos y patriarcas que han brotado de él, incluso hasta el mismo Salvador; sino que los descendientes de Caín son llamados simiente de los hombres, por no tener nada divino en ellos, a causa de la maldad de su raza y la desigualdad de su naturaleza, siendo un pueblo mixto, y habiendo despertado la ira de Dios. Pero si se piensa que estos se refieren a los ángeles, debemos tomarlos por aquellos que tratan con magia y malabarismo, quienes enseñaron a las mujeres los movimientos de las estrellas y el conocimiento de las cosas celestiales, por cuyo poder concibieron los gigantes como sus hijos." (Extant Fragments of the Five Books of the Chronography of Julius Africanus in The Ante-Nicene Fathers, Vol. 6). Lo que llama la atención, es que él mismo afirma en su escrito que la interpretación Setita era una apreciación personal,  y aún así reconocía la presencia de "ángeles de Dios" en el relato. Igualmente su postura sería luego tomada por Círilo de Alejandría y Agustín de Hipona, siendo este último quien la establecería como la teoría más aceptada por la Iglesia (sobretodo en un futuro, la Iglesia Protestante).

Continuando, hay serios problemas con esta interpretación... Primero, la frase "Linaje sagrado de Set o Simiente de Set" no está definida en ninguna parte de la Biblia Hebrea (Ni existe tal idea en el Nuevo Testamento). Segundo, la teoría no tiene en cuenta que tampoco existe evidencia histórica de que los matrimonios mixtos de personas o culturas producen seres descritos como "Gigantes" o "guerreros divinos" (En la connotación literal de Gibborim), ni el Señor destruyó ni amenazó con destruir una raza o cultura debido a estos matrimonios. A pesar de los defensores de esta teoría, este argumento no es convincente. Es pura eiségesis: Forzar el texto para leer lo que obviamente no existe y así probar las propias ideas. Y muchas de ellas simplemente apoyadas en un único pasaje mal entendido (Mateo 22:29-30) que dice literalmente:

"Entonces, respondiendo Jesús, les dijo: Estáis errando, al ignorar las Escrituras y el poder de Dios; porque en la resurrección, no se casan ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles en el Cielo."

Ahora nótese: "... como los ángeles en el Cielo." Pero el incidente de Génesis ocurrio ¡En la tierra! Lo cual no dice por ningún lado (Además) que los ángeles sean asexuales, como tampoco existe en prácticamente ninguna cultura o mitología la idea de que los dioses no puedan (O hayan llegado a) tener relaciones sexuales con humanas... La noción de la "asexualidad" de los ángeles es solo una mera conjetura producto de no entender el contexto de este pasaje; Mt 22:23-28: "En aquel día, se le acercaron unos saduceos (los que dicen que no hay resurrección), y le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer de él, y levantará descendencia a su hermano. Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos, y el primero murió después de casarse, y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. De la misma manera, también el segundo, y el tercero, así hasta los siete; al final de todos, murió la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos la tuvieron." Aqui vemos que la discusión no es sobre biología o la "capacidad de tener hijos", sino un asunto social: El Matrimonio. Sorprende como un par de versos anteriores desmienten totalmente la idea de que Jesús este afirmando siquiera que los seres celestiales no tengan la capacidad física para reproducirse. De hecho, de haberlo sugerido contradeciría pasajes como Isaías 6:2  que tomando "pies", como eufemismo, se puede traducir: "Por encima de Él había serafines: cada uno tenía seis alas, con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus genitales y con dos alas se cernían (mantenían vuelo)."

En oposición a esta postura, también debemos indicar que Justino Mártir , Ireneo, Atenágoras, Tertuliano, Lactantius, Eusebio, Ambrosio y Orígenes, apoyaron todos la interpretación de que estos seres eran Ángeles y comentaron: "Los ángeles transgredieron y fueron cautivados por el amor de las mujeres y engendraron niños que fueron llamados gigantes." (Esto se registra en el vol. 8, páginas 85 y 273 de The Ante-Nicene Fathers). 

I.III Según la Literatura del Segundo Templo    

Como apoyo a la concepción de los tales como Ángeles o Seres Celestiales, cito los Escritos del Segundo Templo o llamados Pseudo-epigráficos o Apócrifos, donde los tales también son identificados bajo los términos de "Los Vigilantes o Grigori, Hijos del Cielo, Titanes y Santos":

Libro de los Jubileos, Capítulo V:

"Cuando los hijos de los hombres empezaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra y tuvieron hijas, vieron los ángeles del Señor, en un año de este jubileo, que eran hermosas de aspecto. Tomaron por mujeres a las que eligieron entre ellas, y les parieron hijos, que fueron los gigantes."

Libro de Enoc, Capítulo VI:

"Así sucedió, que en esos días se multiplicaron los hijos de los hombres, y les nacieron hijas hermosas y bonitas; y los Vigilantes, Hijos del Cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos. Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único. Pero ellos le respondieron: Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente."

Libro de Judit, Capítulo XVI:

"Porque su valiente no cayó en manos de los jóvenes, ni los hijos de los titanes lo hirieron, ni altos gigantes se asentaron sobre él; pero Judit, hija de Merari, con la hermosura de su rostro lo deshizo".

Testamento de Neftalí, Capítulo I:

"El sol y la luna y las estrellas no cambian de orden, así tampoco vosotros podéis cambiar la ley de Dios en el desorden de vuestras obras. Los gentiles se descarriaron y se olvidaron de la ley y de sus mandamientos, y obedecieron a maderas y piedras poseídas por espíritus de engaño. Pero no seréis así, hijos míos, reconociendo en el cielo, la tierra, el mar, y en todas las cosas creadas, la ley que hizo todas las cosas, para que no seáis como Sodoma que cambió el orden natural. Asimismo, los Vigilantes también cambiaron su orden natural, a quienes IAO maldijo entonces con el diluvio, y por cuya causa dejó la tierra sin habitantes y sin fruto."

El Documento de Damasco:

"...Por andar en la terquedad de su corazón cayeron los Vigilantes Celestiales; fueron apresados ​​porque no guardaron los mandamientos de Dios. Y cayeron también sus hijos, que eran altos como cedros y cuyos cuerpos eran como montañas. Toda carne en tierra seca pereció; eran como si nunca hubieran existido porque hicieron su propia voluntad y no guardaron el mandamiento de su Hacedor, de modo que Su ira se encendió contra ellos..."

Antigüedades de los Judíos, Flavio Josefo:

"Porque muchos ángeles de Dios se juntaron con mujeres, y engendraron hijos que resultaron injustos, y despreciadores de todo lo bueno, por la confianza que tenían en su propia fuerza; porque la tradición es que estos hombres hicieron lo que se parecía a los actos de aquellos a quienes los griegos llaman gigantes."  

Y entre los Rollos de Qumran, tenemos el llamado "Génesis Apócrifo" (1QapGen, 1Q20), el cual registra lo siguiente:

"He aquí, pensé en mi corazón que la concepción era (debido) a los Vigilantes y los Santos ... y a los Gigantes ... y mi corazón estaba preocupado por mí debido a este niño. Entonces yo, Lamec, me acerqué a Bathenosh [mi] esposa a toda prisa y le dije: ... por el Altísimo, el Gran Señor, el Rey de todos los mundos y Gobernante de los Hijos del Cielo, hasta que me cuentes todo sinceramente, si ... Dime [ésto de verdad] y no falsamente ... por el Rey de todos los mundos hasta que me digas sinceramente y no falsamente..."

I.IV Según el Judeo-cristianismo y el Nuevo Testamento

Para ir concluyendo, quiero acotar que tanto los escritores neotestamentarios como los primeros cristianos entendieron todos la identidad de los Hijos de (los) Dioses como Seres Angelicales, y muy probablemente la influencia de ello no sólo provenga de libros como Enoc y otros ya mencionados (y el mismo libro del génesis), sino también por la particular traducción de la Septuaginta, en el Codex Alexandrino, donde se puede notar que el término "Benei Ha-Elohim" está traducido como "οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ = los ángeles de Dios" y no como "οἱ υἱοὶ τοῦ θεοῦ = los hijos de Dios", registro que prefieren el Codex Sinaítico y el Vaticano. Leamos:

"Y sucedió, cuando los hombres comenzaron a ser numerosos en la tierra, y les nacieron hijas, que los ángeles de Dios (οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ) después de haber visto a las hijas de los hombres que eran hermosas tomaron para sí esposas de todas las que eligieron. Y el Señor Dios dijo: Mi espíritu ciertamente no permanecerá entre estos hombres para siempre, porque son carne, sino que sus días serán ciento veinte años. Ahora los gigantes estaban sobre la tierra en aquellos días; y después de eso, cuando los ángeles de Dios (οἱ ἄγγελοι τοῦ θεοῦ) solían ir a las hijas de los hombres, les daban hijos, esos eran los gigantes de la antigüedad, los hombres de renombre" (LXX Alex.)

Como un hecho, la opinión del Nuevo Testamento presente en las Epístolas de los Apóstoles, apoya la interpretación de estos seres como Ángeles donde (Por ejemplo) en segunda de Pedro 2:4-5 son condenados al Tártaro por Dios mismo:

" Pues si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos a lo profundo del Tártaro los entregó a cadenas de oscuridad, reservados hasta el juicio;  y del antiguo mundo no perdonó sino a Noé, al octavo, al que guardó como pregonero de justicia, trayendo un diluvio sobre un mundo de impíos..."

Y en La Epístola de Judas 5-7, tienen como Guardián de sus prisiones al Señor Jesucristo:

" Y quiero recordaros (a vosotros que sabéis todas las cosas), que Jesús, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto de una vez para siempre, después destruyó a los que no creyeron.  Y a los ángeles que no guardaron su estado original, sino que abandonaron su propia morada, los ha mantenido bajo oscuridad, en prisiones eternas hasta el juicio del gran día,  así como a Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales, de la misma manera que aquéllos (los ángeles), habiendo fornicado e ido en pos de carnes extrañas (relaciones sexuales antinaturales), sirven como ejemplo al sufrir un castigo de fuego eterno."

Para finalizar, un eco de esta creencia dentro del cristianismo primitivo claramente se refleja en el Testamento Cristiano de Salomón 5:3; 17:1 (dentro de la sección 5:1–11), donde el autor reinterpreta al demonio Asmodeo (El mismo del Libro de Tobías), como "uno nacido de una madre humana y un ángel". Es en este último texto (en el pasaje 17:1-5) donde finalmente el poder demoníaco es frustrado por Jesucristo (en alusión a Marcos 5:3).

I.V Conclusión

Los Hijos de Ha-Elohim que protagonizan los eventos de Génesis VI, son los Seres Celestiales o Hijos Divinos que habitaban las alturas junto a Dios, (Entendidos como dioses o divinidades en las múltiples culturas antiguas, ej. Apkallu, Olímpicos, bn ilim, etc.), que tras abandonar su lugar dentro del Concilio Divino, vinieron y habitaron en la tierra con mujeres humanas, trayendo una raza híbrida de semidioses que habrían de ser los "Varones de renombre" que aún son los protagonistas de muchas de la Leyendas y Mitologías que viven en la memoria de este mundo, y en los escritos del Texto bíblico.